miércoles, 18 de diciembre de 2013

Crear sensaciones antes de dormir

¿Nunca os habéis levantado con ganas de matar a alguien bien por lo mal que has dormido o bien porque no le encuentras el gusto a levantarte?

Tras investigar el arte del despertador me he encontrado con muchos tipos de sensaciones, pero ninguna tan gustosa como la que yo os voy a proponer.

Hoy en día sólo una minoría de la población usa el despertador tradicional con su sonido característico (tititití, tititití). Las nuevas tecnologías nos proporcionan una aplicación despertador que nos hace depender aún más de ellas, pero molan. ¿Quién no busca el móvil antes de acostarse para poner la alarma? Seguidamente miramos el WhatsApp por si hay algo...

Varias técnicas hemos probado ya todos con este aparato: cambiar la melodía cada cierto tiempo para no coger tirria a esas canciones que tanto nos gustaban, y digo nos gustaban porque, desgraciadamente, toda melodía que suena para despertarnos al final sale de nuestros corazones.

El despertador con luz. Se puso de moda como regalo hace un par de años. ¿Eso en realidad funciona? A mí como nadie me lo regaló probé con técnicas parecidas y jugué con la luz para despertarme con suavidad. El primer día dejé un poquito subida la persiana, y me desperté, pero no a la hora que me hubiese gustado. El segundo día comprendí que tenía que acompañar a la luz con sonido por huevos, así que puse la alarma con el volumen mínimo. Me dio rabia. Mi terapia "illuminated" estaba decayendo. Bueno pues, tras varios días, me acostumbré a la luz y terminé durmiendo con la persiana hasta arriba y la ventana bien despejada, para que entrase toda la luz del mundo.

Si es que el problema no está en la forma de despertarse, sino en mentalizarse para ello. La mente manda, por eso yo últimamente utilizo una técnica que al principio no me sentaba muy bien pero ahora me parece la hostia. Recordé qué sensaciones me hacían sonreír a esas horas, y entre girarme y ver a mi lado a mi gorila babeando en su séptimo sueño y despertarme para ir al baño y mirar la hora, me quedé con esta segunda, que era la que yo podía controlar. Cuando me despertaba miraba el reloj y si quedaba más de una hora para tener que levantarme me entraba flojera en el cuerpo y un placer tremendo. Si la hora de la meada estaba ya muy cerca de la de Quinto levanta tira de la manta directamente me ponía a llorar sentada en la taza. Cinco minutos no me van a solucionar nada. Ya estás de muy mala hostia para meterte en la cama de nuevo.

Por eso ahora creo esa sensación antes de dormir. Pongo dos alarmas, una a la hora exacta de despertar y otra una hora u hora y media antes. El sonido da igual ya que el poder que tiene ver que aún te queda más de una hora en la cama supera cualquier sonido asqueroso que ponga.

Probadlo y me contáis.