Un escenario cálido, la cocina de una de ellas. Café americano encima de la mesa y un platito repleto de pastas de mantequilla recién horneadas por la más llorona de las tres...
Better Half: A veces creemos que no necesitamos a nadie, y puede ser verdad, pero según pasan los años nos damos cuenta de que también puede ser mentira. Cada una es un mundo, ¿verdad?
Whole Orange: Pero y ¿qué es necesitar? Hay muchos tipos de necesidades. Yo jamás he necesitado a nadie y a estas alturas no creo que la necesite jamás.
Squeezed Orange: Pues yo no quiero necesitar a nadie nunca. El mundo es malo, y los seres que habitan en él son hijos de ese mundo. Te exprimen hasta que ya no pueden sacarte más y luego te tiran a la basura. Te dejan en la misma cáscara y te vas pudriendo poco a poco. Eso si no te comen unas gallinas devoradoras que luchan por romperte en pedacitos con sus picos y sus patas.
Whole Orange: A mi jamás me pasará eso. Yo vivo mi vida sin dar explicaciones. Jamás las daré. No tengo por qué darlas. Tener a una persona al lado es una carga. Tener hijos es una carga. Trabajar para mantener a otros es una carga. Depender de los gustos del resto es una carga. Y odio las cargas.
Squeezed Orange: Yo lo hacía encantada. Encontré a la media naranja más bonita que podía existir. Le di todo y se lo quedó. Sí. Se quedó con mi alma, con mi corazón, con mi cariño, pero no conmigo. Me dejó en el olvido y me sustituyó por otra. Sin más. ¿Pero por qué? Era preciosa. Bellísima. Nunca encontraré a otra tan bella.
Better Half: No Squeezed. Quizá no era para ti. No desesperes. Y Whole, según te haces mayor necesitarás más. No digas que jamás necesitarás a alguien a tu lado, porque caerás en el engaño.
Squeezed Orange: Jamás encontraré a nadie igual. Era lo mejor que me había pasado nunca. Pero yo no era lo suficientemente buena para ella. Ella era bella, tenía carácter, sabía lo que quería. Me encantaba compartir mi vida con ella.
Whole Orange: ¿Y tú? ¿Sabes lo que quieres? Yo te voy a decir lo que quieres. Quieres arrastrarte toda la vida. Te gusta que te expriman. Aquella que te dejó sí sabe lo que quiere. Jugó con su vida y con la tuya y solo se da importancia a sí misma, como debe ser. El resto te debe dar igual o morirás dando y dando y dando. Hay que ser dura, egoísta o te convierten en jugo.
Squeezed Orange: ¡Pero yo le di lo más valioso que tenía! Mi amor, mi cariño, mi todo. Me entregué por completo porque la amaba. Pero tienes razón Whole. Yo no era lo que ella necesitaba, no estaba a su altura.
Better Half: Eso es cierto Squeezed. No eras lo que ella necesitaba, ni ella lo que tú necesitas. Mírate. Tienes que cuidarte más. Nunca pierdas la sonrisa porque no sabes quien puede enamorarse de ella, ni cuando. El amor es un vaivén. Un baile. A veces manda uno y otras veces otro. Pasaremos por bailes que no nos gustarán, pero llegará el que nos haga sentir principesas y princesos y entonces nos habrá llegado el momento de amar sin condiciones. A mi también me encanta compartir mi vida con esa media naranja. Esa es la seña de humildad y bondad que el amor nos da cuando estamos enamorados.
Squeezed Orange: Better, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Por qué sigues creyendo en el amor? Si también te ha hecho sufrir como a mí.
Better Half: Sí, me ha hecho sufrir mucho, pero también me ha hecho aprender. Aprender a amar de otra forma. No ser la tonta que le entrega su amor a cualquiera. Me ha enseñado a buscar. A buscar a la media naranja que me complemente de verdad y que sepa apreciar lo que le entrego. Porque lo más valioso no se le puede entregar a cualquiera Squeezed, aprende esa lección, porque el mundo está lleno de medias naranjas pero no cualquiera es digna de recibir nuestro amor. Yo sigo dando lo mismo que daba. Tuve miedo, no te lo voy a negar, miedo a que me exprimiesen y ya nunca volviese a creer en él como lo hacía antes.
Squeezed Orange: ¿En el amor?
Better Half: Sí. En ese amor que te hace perder el sueño. Ese amor bonito...
Whole Orange: ¡Ja ja ja! El amor bonito no existe. ¿Qué es el amor sino sufrir y tener que compartir todo lo que tienes con otra parte que seguro jamás lo valorará? Hay que andar prevenidas. Hay que adelantarse a ese sufrimiento y pasarlo de puntillas. Y casi sin rozarle sin me apuras.
Better Half: ¡No Whole! El amor bonito sí existe. Yo sufrí mucho por amor. Todas hemos sufrido alguna vez por amor. Pero pensar en esas parejas que duran toda la vida me apasiona. Me despierta un áurea especial en la mente que hace que no me rinda y siga esperando. Existen muchas medias naranjas en el mundo, y más de una serían perfectas para nosotras. Es difícil encontrarlas a la primera, pero se encuentran Whole. Sólo hay que saber observar, oler, y sentir.
Squeezed Orange: Yo he conocido ya a muchas. Creo que ninguna era la mía. Estoy empezando a ver el vaso medio lleno Better, pero ¿cuánto hay que esperar? Tengo treinta y dos años y el tiempo cada vez pasa más rápido. Y la verdad es que me encanta enamorarme. Pero la próxima vez que sea de alguien que me corresponda, que también estoy harta de que me quiten hasta la pegatina de calidad.
Whole Orange: Tendrás que esperar y esperar hasta que te canses y cambies de opinión. Yo tuve una media naranja muchos años. ¡Sí! ¡Yo! Pero no funcionó. Nos amábamos, o eso creía, pero no era suficiente. El egoísmo nos llevó a sacarnos hasta las tripas para ser felices. Pronto entendí que estaría mejor sola y me marché. Mi vida dejó de tener sentido. Mi rutina cambió por completo. No era capaz de adaptarme a mi nuevo mundo, y aún sigo sin hacerlo. Todo lo que implique mostrar amor me aterra. ¿Y si me vuelve a pasar? No quiero tener que experimentar lo mismo de nuevo. Al principio todo es muy bonito. Parece que va a ser así toda la vida pero ¡no!, no lo es, todo es mentira. Ya lo dice la canción, "no te enamores que el amor no es bueno, entra despacito pero es traicionero"
Squeezed Orange: ¡Vaya! Parece que no soy la única que llora por amor. ¿Pero tú también has tenido historia Whole? Pensaba que eras una mojigata escrupulosa.
Better Half: ¡No seas cruel Squeezed! La etapa por la que pasa Whole también la pasé yo. Odiaba a las medias naranjas. Odiaba todas las películas de amor. Odiaba a las parejas. Todas me parecían que vivían una mentira. Ninguna llegaría a ninguna parte. Para mí el amor murió pero resucitó cuando conocí mundo y ahora late con más fuerza que antes. Intenté no encerrarme en esa idea clasista y violenta. Me costó mucho sí, pero lo conseguí, como muchas otras naranjas. Parecía que mi mundo se apagaba por completo y que nada ya tendría sentido.
Squeezed Orange: Es increíble Better...Yo quiero sentir eso que tú sientes a pesar de haber sufrido tanto.
Better Half: Tú y muchas como tú lo conseguiréis. Porque en este mundo hay hueco para el amor siempre, aún precedido por la crueldad que conlleva. Si no, la que ahora mismo escribe estas líneas no tendría historias que contar. Tampoco sabría explicar un desamor y el recuperar el sentido del querer poco a poco, del sentir mariposas en su estómago, de volver a creer en él...
Whole Orange: Una oportunidad. Me daré una oportunidad más. Lo intentaré. Lo prometo.
Las tres naranjas siguieron sentadas a la mesa terminando de tomar el café y las pastas tan ricas que Squeezed preparó en un arrebato de rabia y desamor. Consiguieron sincerarse, reflexionar y darse otra oportunidad.
Porque "la vida sin amor es el pozo de un cementerio" (Shotta)
Démonos otra oportunidad todos los que alguna vez hemos dejado de creer en él.









