martes, 19 de julio de 2016

Un helado de chocolate sin chocolate, por favor...

Umm... Me encanta pero, ¿y si le quito esto? Uy, ya no está igual. Vaya. Pensé que me gustaría más así pero no.

¿Quitarle el chocolate a un helado de chocolate? Ya no sería un helado de chocolate. Eso es como quitarle a una cebra las rayas, entonces sería un burro.

Nos pasamos la vida deseando cambios en quien nos rodea, buscando lo perfecto para nosotros, temiendo obstáculos que nos debiliten. Nos pasamos la vida con miedo a hacer lo que queremos simplemente porque hay algo en ello a lo que no estamos acostumbrados, el riesgo.
Arriesgar puede ser ganar, o perder, pero no siempre perder, también se puede ganar.

Nos pasamos el tiempo pensando en cómo sería todo si...¿Y si...? Demasiados "¿Y si...?" en nuestra vida. Tampoco hay que acostumbrarse a esas pequeñas cosas que no nos gustan. No creo que esa sea una solución duradera ni eficaz. Todo es mucho más complicado, por eso buscamos una vía rápida de escape, el cambio. Porque cambiar es más fácil que entender y seguir.

Cambiar, cambiar, cambiar. Nos pasamos la vida queriendo cambiarlo todo. No estamos conformes con nada. No sabemos estar conformes con nada. No sabemos adaptarnos a lo que no nos gusta. Solo nos quedamos con que no nos gusta. No me gusta. No quiero. Me niego. Me encierro. Qué egoístas.

Pero volvamos a ese helado de chocolate. ¿A qué iba a saber si le quitamos el chocolate? Dejaría de ser un helado de chocolate para pasar a ser un...helado, sin más. No tendría ninguna diferencia con el helado de vainilla sin sabor a vainilla, ni con el de cookies sin cookies. Todo sería helado, sin más. Qué aburrido sería el mundo de los helados sin sabores, sin gustos, sin colores. ¿O sí habría colores?

En un mundo sin pequeñas diferencias que nos amarguen de vez en cuando todo sería dulce y empalagoso. Estaría bien al principio, o no, pero está claro que tenemos que aprender a sobrellevar lo que no nos gusta afrontándolo, y no intentando cambiarlo o mirando hacia otro lado, porque la mayoría de las veces no se puede cambiar. ¡Ah...! Haber elegido otra cosa. Las diferencias existen y deben existir. Diferenciación es lo que buscan las empresas para resaltar por encima del resto, eso significa beneficios ¡Yuju! En marketing una campaña de publicidad diferente es la que llega al posible cliente y se queda en su mente durante un plazo más largo de incluso años, o ¿no os acordáis del negrito del Cola-Cao, o el actual famoso "compramos tu coche, compramos tu coche"? Odiamos este anuncio sí. Desde que le han puesto voz de bebé parece que ha mejorado algo pero... terminaremos odiando al niño también y jamás nos olvidaremos del anuncio.

Escuchar, entender y ayudar no es lo mismo que aguantar.

Además, todo es un todo, sin un algo ese todo deja de ser todo para ser nada.

Tú eliges, o todo o nada.

martes, 12 de julio de 2016

Eu faria amor todo o tempo com você

Bendita enfermedad de los dioses ardientes.
Dolor en cada latido que da el corazón.
Pensamientos impuros que hacen enloquecer.
Un río de fuego que arrastra todo lo que encuentra a su paso.

Un cuerpo que experimenta movimientos infinitos.
Respirar y que falte el aire.
Respirar y sentir calor en cada rincón de él.

Curiosidad que amordaza a la moral haciéndola su esclava,
suplicándole a cada momento que no pare.
El bien y el mal juntos por placer,
juntos por lujuria.

Un cosmos de sensaciones, escalofríos.
Morbo, atracción, interés malsano y adictivo,
que ocupas la mente sin preguntar,
maleducada, salvaje sin modales, descarada.

Novedad.
Un cuadro de Tiziano lleno de ternura, fuerza y pasión.

Que nunca pare. Que nunca falte.


Ama et quod vis fac




viernes, 18 de marzo de 2016

La realidad te dolerá pequeña Alina

Os dejo esta preciosa y verdadera poesía de Hovik Keuchkerian y un enlace de él mismo recitándola.

ALINA


Antes de conocer lo que es la vida,
flotando entre paredes de pladur humano,
saborearás, olerás, tocarás, oirás, verás...
Será lo más cerca de entender la vida que estarás jamás.
Verás con tus ojos hechos perlas, perlas de dolor,
perlas de gozo, perlas de fragilidad.
Verás dolor en forma de perlas negras y gozo en forma de
perlas de luz.
Las imágenes velarán tu sueño o lo arroparán.
Cerrarás los ojos para no ver y verás más que nunca.
Los abrirás para buscar y encontrarás sombras,
y en tus sombras te encontrarás para poder mirarte por
siempre a la cara.
Te verás en los demás, mirarás en ellos para ver algo de ti...
Ocurrirá cada día y cada día morirá para nacer con el sol.
A cada arranque cerrarás los ojos para ver,
los abrirás mucho deseando la ceguera.
Llorarán tus ojos lágrimas de pena
y las mismas lágrimas serán de gozo.
Todas serán saladas, todas serán gotas de agua de mar,
todas traerán mareas, tempestades, concilios
y renaceres.
Todas serán tuyas,
nacerán y morirán en los caminos de tu cara, y
todas, todas, te harán más completa, más pura, más animal,
más persona, más fiel a tu mirar de ojos hacia dentro.
Tus ojos serán tu antifaz, tu verdad, tu mentira, tu confesión
sin palabras.
Tus ojos hablarán sin voz.
Serán, sin tú saberlo, las voces de tu alma pura.
Mirarás hacia atrás y
chocarás con lo que esta ocurriendo por estar mirando lo
que ocurrió
y no puede ser cambiado.
Aprenderás que se mira hacia adelante,
que sólo poniendo los pies en los horizontes
se puede mirar atrás para ser perdonado,
para perdonar.
Oirás palabras lejanas, tus oídos pitarán.
Escucha ese pitar, báilalo.
Baila las melodías de lo que digan los demás,
pero nunca bailes a su son.
Oirás voces
pero sólo la tuya te acompañará siempre.
Te hablará sin que le preguntes y no te quedará otra
que escuchar.
Le dirás que se calle pero no obedecerá,
en atender a su voz estará tu conocerte.
Os haréis amigos.
Y cuando no esté, que en ocasiones no estará,
le rogarás que vuelva.
Escucha los silencios. Es donde vive la verdad.
Sólo en los silencios entenderás que el ruido lo invento
el hombre.
Escucha a todas las almas.
Todas, todas, tienen algo que decir.
No eres nadie para silenciar sus voces
y si lo haces, serás nadie.
No te acomodes y te dejes llevar por lo que dicen
los que saben lo que dicen.
Escucha sólo las voces de tu estomago.
La vida susurrará en tu cara palabras que no entenderás.
En oírlas sin entenderlas reside tu ser libre.
Sonríe, llora, déjate llevar, siente tu sentir.
Tu conciencia te hablará.
Escúchala pero no consientas que sea mochila,
tienes derecho a fallar.
Tu emoción te gritará al oído, abrázate a ella te hará temblar,
y a cada paso en tus silencios, ella te escuchará.
Escucha tu latir.
Su banda sonora acompañará tu caminar desde el principio
hasta el final, y si has vivido tu vida y no la de los demás,
tu latir se hará eco en las campanas de la eternidad.
Tocarás el cielo con tus manos y esas mismas manos,
que te harán nube, salvarán tu vida.
En la caída
dará igual que te dejes caer o te agarres fuerte,
cuando tengas que caer:
caerás.
Nada que tu alma no haya tocado ya tocarán tus manos.
Tocarás a muchas puertas,
nunca se abrirán si tu tocar no es honesto.
Toca desde la verdad desde el «¡Voy a tocar!».
Cuando veas «No tocar», toca.
Cuando te digan «Toca», piénsalo.
No dudes en tender tu mano para ayudar:
cinco dedos hacen mano.
No dudes en cerrarla para defenderte:
cinco dedos hacen puño.
Si pones la otra mejilla
que sea para que te besen.
Abraza, estruja, exprime, acaricia, acuna caras en tus manos,
déjalas descansar si eso es lo que necesitan.
Si vas a señalar que sea tocando
para que el tocado te pueda contestar.
Señalar desde lejos es de cobardes.
No quieras amarrar el pasado, ya se fue.
No quieras abrazar el futuro, no le gustan los abrazos.
Descálzate y pisa el suelo sagrado que te vio nacer.
Eso serás a cada momento.
Toca tu presente, tócalo, sin miedo a fallar.
Agárrate a él como si te fuera la vida en ello, porque
en ello te irá la vida.
Te dirán que dios no puede ser tocado, te estarán mintiendo.
Pon la mano en tu corazón y tocarás sintiendo a dios, porque ahí,
justo ahí, en los torrentes de tus arrebatos, dios se dejo
un pedazo.
Olerás tus quemazones
y en la humareda de tus dolores pintarás semillas puras.
Te dirás al respirar «yo ya estuve aquí y sin querer he vuelto».
Olerás la mierda de los demás. Cuanto antes entiendas que huele
como la tuya, antes podrás cagar en libertad.
Olerás el mar, la distancia, el monte, la inmensidad,
la noche, el hielo, el deshielo, el miedo.
El miedo siempre huele igual.
Hazte amiga de tu olfato, te salvará la vida.
Olerás olores que te llevarán en volandas
a ver paisajes que jamás soñaste soñar
haciéndose imágenes en las paredes de tu respirares.
Olerás lo que a la vuelta de la esquina espera para verte pasar,
y cuando dobles nadie habrá allí. Nadie.
Párate a esperar, esperar a veces merece la pena.
No vence siempre el que sabe esperar.
Nunca se vence siempre.
Respirarás tus olores y tus olores respirarás.
Vivirás oliendo la vida.
Tu olfato te enseñará que hay peldaños que huelen mal, que apestan,
pero no olvides que la vida surge del estiércol.
Olerás tu soledad y por su aroma, la reconocerás.
Sonreirás, la reconocerás.
Sonreirás y la dejarás pasar.
Olerás tu soledad y ella te olerá a ti.
Seréis uno, por eso se llama soledad.
Sólo en sus olores encontrarás cobijo.
Tu olfato salvará tu vida y la complicará.
No te asustes, confía en el,
las verdades verdaderas son las que no pueden ser tocadas,
las que el entendimiento no podría modificar jamás.
El eco de tus risas se hará sabores en tu boca: a veces vinagre,
a veces aceite, a veces azúcar y, a veces, sal.
Ríe, o la libertad se enquistará en los trasteros de tu paladar.
En sus huecos, rincones, claroscuros, esconderás sabores,
temblores, dudas, rencores, abrazos, desamores,
llantos, ilusiones, tirares de toalla y las huellas de tu caminar.
Tu boca te dará la vida o te la quitará.
No saborees sólo lo que se puede masticar, saborea las palabras.
Saboréalas.
Que tu aliento hecho expresión sea tu arma, tu ataque,
tu defensa, tu pensar, tus pies en el suelo.
Que tus silencios suden palabras sin que tu boca llegue a hablar.
Hablar sabe bien, escuchar es el sabor. No hay uno sin otro.
Tus labios besarán los cielos,
Besarás a la madre vida y la abuela tierra te besará.
Cuando beses, besa sin pensar.
Si decides no besar, no lo hagas.
Que no pase mucho tiempo sino tus labios olvidarán que son boca.
Saborearás la vida de los demás al hacerse tu boca dos.
Tu aliento violará otra alma y la tuya se dejara violar.
Vuestros alientos chocarán en sus abrires y en sus cerrares.
Las palabras flotaran mudas.
Saborearás en el espejo de tus labios viajes al país de Nunca Jamás,
y nunca jamás será igual, nunca.
Saborearás los sabores de la sabiduría sólo si entiendes
que en fallar está crecer
y que triunfar
es un accidente.
Si permites a tu tacto nacer del corazón.
Si miras al miedo guiñándole los ojos.
Si los aromas del amor viven eternos en tu olfato.
Si escuchas los versos libres de tu estomago.
Si saboreas la pureza de no tener que demostrar nada.
Si vives cada segundo con tus cinco sentidos,
haces de tu bondad alerta tu escudero,
del honor sólo una palabra,
de la no bandera tu bandera,
de las derrotas victorias,
de la inconsciencia animal tu confesor…
Si abres mucho los ojos cuando tengas que abrirlos
y los cierras muy fuerte cuanto tengas que cerrarlos…
Todo pasara en un abrir y cerrar de ojos, pequeña Alina




sábado, 12 de marzo de 2016

CUENTOS PARA PENSAR: La Tristeza y la Furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... 
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... 
Había una vez... 
Un estanque maravilloso. 
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente... 
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. 
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos, entraron al estanque. 
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida - sin saber por qué - se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua... Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró... 
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza... 
Y así vestida de tristeza, la furia se fue. 

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque. 
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba. Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia. 

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.



Jorge Bucay             


miércoles, 9 de marzo de 2016

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos . . . (Charles Chaplin)

Hacía meses que no me apetecía tanto escribir. Hacía meses que no lo pasaba tan mal por alguien. Hacía meses que no sentía la necesidad de contarle al mundo lo que me pasa. Hacía meses que todo podía haber sido de otra manera pero, sin embargo, el destino así lo quiso. Os preguntaréis qué tan malo me pasa.

Llevamos toda la vida conociendo a gente. De todas esas personas con las que coincidimos a lo largo de nuestros días no todas se quedan a nuestro alrededor, cerquita de nosotros, para apoyarnos, hacernos reír o llorar, depende de lo que toque en cada momento, darnos consejos, ayudarnos cuando lo necesitamos, querernos…No todas son merecedoras de tener una butaca en primera fila para ver nuestra obra de teatro viva.

Llevo años conociendo a una persona que me ha ayudado cuando lo he necesitado, que me ha apoyado en cada paso que he dado, que me ha hecho reír millones de veces pero también llorar, dependiendo de cada momento, que me ha dado buenos consejos y que me quiere. Cada día que me levanto doy gracias por tener a esta persona sentada en primera fila, viendo mi gran obra de teatro y yo la suya. Sin embargo, me encuentro en una tesitura en la que no sé como compensarle todo ese bien.

Pero es que, ¿cómo puedo ayudar a una persona a la que le han arrebatado lo más bonito que tiene? ¿Cómo puedo alegrarle los días si se acuesta y se levanta con un vacío que ni yo ni nadie de los que ahora tiene carca puede llenar? ¿Cómo dejo a un lado el rencor hacia quienes le arrebataron su ilusión? Lo único que puedo seguir haciendo es quererle, porque eso nadie me lo puede impedir, y apoyarle, porque un sitio en primera fila tiene esas ventajas, y decirle, que no todas las funciones acaban igual, que hay muchas representaciones pendientes aún. Esta va a ser mi forma de ayudarle esta vez, y no solo a él, sino a todos los que lo pasan mal con él.

Tenéis un gran cartel y en los mejores teatros del mundo. Agotaréis entradas. Llenaréis salas. Seréis grandes. Esto solo acaba de empezar. No habéis llegado hasta aquí para que otros sin merecerlo ganen el Agustín González con una comedia dramática de tres al cuarto.



Ánimo, que el telón bajará para todos, pero unos recibiréis aplausos y otros no.

miércoles, 5 de agosto de 2015

El mal buscado y encontrado

Rose se sentó en el banco como cada mañana. Algo extraño ocurría en el estanque que hay en frente. Parece que Cloe ha abandonado nuestro mundo, nos ha dejado. Aquella pobre tortuga observada por muchos y cuidada por pocos descansaba flotando boca arriba mientras algo extraño ocurría a su alrededor, estaba siendo devorada por sus congéneres. Rose perpleja no daba crédito a lo que sus ojos estaban percibiendo. ¡Los padres y hermanos de Cloe se la estaban merendando sin patatas ni nada! Cría cuervos y te sacarán los ojos pensó.
Precisamente unos cuervos que por allí rondaban miraban a Rose con la misma expresión que aquellas tortugas “devorafamiliares”. Decidió entonces convertirse en la reina de los córvidos. Los malcriaría y adiestraría hasta hacerlos suyos. Les enseñaría a sacarle los ojos a los demás y así ella estaría a salvo. Qué idea tan genial tuvo ¿verdad?.
Lo que no sabía Rose en ese momento es que la tortilla puede darse la vuelta y destruirse por completo, como con aquella pobre tortuga, y que finalmente los ojos se los sacarían a ella con el mismo fervor que a cualquier otro olvidándose por completo de su persona.
Sumergida en su hipocresía, Rose amamantó a aquellos cuervos como si de sus bebés se tratasen, sin imaginar aquel final tan tétrico pero merecido que obtendría.
“Quizá los cuervos no eran tan obedientes como creía”, pensaba en voz alta mientras estos le sacaban los ojos. “Quizá tenía que haberlos castigado sin alimento”, “quizá tenía que haber sido más dura con ellos”, “quizá…”
Quizá Rose no tenía que haberlos utilizado. Tan mal está morder la mano que te da de comer como los propósitos interesados y malvados que esa mano tenga. No se debe utilizar a nadie Rose. Lo malo que tenga que pasar pasará, pero no podremos evitarlo poniendo el parche antes de que se produzca el pinchazo. Más cuidado la próxima vez, los que tengan próxima vez, porque Rose desaprovechó su última oportunidad y es que tampoco sabemos cuándo va a ser la última…
No atraigas el mal hado que no está de pasar.

martes, 4 de agosto de 2015

El Hombre del Saco y el Coco sellan el DARDE cada tres meses

Hace unos meses vieron a El Hombre del Saco y al Sr. Coco cogiendo número en las maquinitas del INEM. Y es que esto era de esperar siendo conscientes de la fauna infantil y juvenil que estamos criando en nuestro país.
“Ya no damos miedo”, declaraba el Sr. Coco apretando con fuerza el dichoso botón de goma que le daría el pase para formar parte de los unemployed españoles. “Los niños de hoy en día dan más miedo que nosotros en nuestros comienzos”, contaba El Hombre del Saco mientras zurcía su saco, ya que el pobre no puede permitirse comprar otro.
Es cierto que hoy en día los niños no tienen los mismos miedos que nosotros pudimos tener con su edad. Que el temido Coco viniera a buscarte si no te dormías pronto o quedarte sin ver la tele como castigo ya no tiene importancia. Ahora es peor que les quiten el móvil y todo lo que eso conlleva: Whatsapp, Instagram, Twitter, Line, Snapchat, Facebook, Pinterest, Motherfucker, Richiprichi, McTetis... y todos los nombres que se os ocurran porque tienen cuenta en todas las redes sociales habidas y por haber con menos de 15 años. Sus mayores miedos son quedarse embarazada, que tengan que pasar un día sin móvil, que su mejor amiga/o no lo/la etiquete en una foto o enterarse que han creado una nueva APP y ser el último en instalarla en su Smartphone de última generación.
¿Dónde se quedó la Liebre? Se la han comido con arroz. ¿O el escondite? ¡Ah no! Ya no se lleva eso de esconderse para nada. Ahora mola que te vean y cuanto más mejor; que te vean fumando o bebiéndotelo todo, que te vean el culo, y es que con esos pantalones/bragas no me extraña que miren, lo raro sería lo contrario.
Ya solo juegan con las manos, y no me refiero precisamente a las palmas palmitas, sino al sobeteo de toda la vida o al Candy Crush. Qué degeneraos’.
Pero, ¿quién tiene la culpa de esta perversión prematura? Eso es otro debate a parte, que somos muchos los implicados.
El caso es que nuestros pequeños se desmelenan muy pronto. Podría seguir contando más cambios evolutivos, o más bien “degenerativos”, de nuestros queridos infantes pero no lo voy a hacer porque me extendería mucho jeje. Simplemente hagamos algo para pararlo. No sé. Saltemos todos a la comba y esperemos que a ninguno se le ocurra atar a nadie con la soga al cabecero de una cama para hacer Dios sabe qué …