miércoles, 5 de agosto de 2015

El mal buscado y encontrado

Rose se sentó en el banco como cada mañana. Algo extraño ocurría en el estanque que hay en frente. Parece que Cloe ha abandonado nuestro mundo, nos ha dejado. Aquella pobre tortuga observada por muchos y cuidada por pocos descansaba flotando boca arriba mientras algo extraño ocurría a su alrededor, estaba siendo devorada por sus congéneres. Rose perpleja no daba crédito a lo que sus ojos estaban percibiendo. ¡Los padres y hermanos de Cloe se la estaban merendando sin patatas ni nada! Cría cuervos y te sacarán los ojos pensó.
Precisamente unos cuervos que por allí rondaban miraban a Rose con la misma expresión que aquellas tortugas “devorafamiliares”. Decidió entonces convertirse en la reina de los córvidos. Los malcriaría y adiestraría hasta hacerlos suyos. Les enseñaría a sacarle los ojos a los demás y así ella estaría a salvo. Qué idea tan genial tuvo ¿verdad?.
Lo que no sabía Rose en ese momento es que la tortilla puede darse la vuelta y destruirse por completo, como con aquella pobre tortuga, y que finalmente los ojos se los sacarían a ella con el mismo fervor que a cualquier otro olvidándose por completo de su persona.
Sumergida en su hipocresía, Rose amamantó a aquellos cuervos como si de sus bebés se tratasen, sin imaginar aquel final tan tétrico pero merecido que obtendría.
“Quizá los cuervos no eran tan obedientes como creía”, pensaba en voz alta mientras estos le sacaban los ojos. “Quizá tenía que haberlos castigado sin alimento”, “quizá tenía que haber sido más dura con ellos”, “quizá…”
Quizá Rose no tenía que haberlos utilizado. Tan mal está morder la mano que te da de comer como los propósitos interesados y malvados que esa mano tenga. No se debe utilizar a nadie Rose. Lo malo que tenga que pasar pasará, pero no podremos evitarlo poniendo el parche antes de que se produzca el pinchazo. Más cuidado la próxima vez, los que tengan próxima vez, porque Rose desaprovechó su última oportunidad y es que tampoco sabemos cuándo va a ser la última…
No atraigas el mal hado que no está de pasar.

martes, 4 de agosto de 2015

El Hombre del Saco y el Coco sellan el DARDE cada tres meses

Hace unos meses vieron a El Hombre del Saco y al Sr. Coco cogiendo número en las maquinitas del INEM. Y es que esto era de esperar siendo conscientes de la fauna infantil y juvenil que estamos criando en nuestro país.
“Ya no damos miedo”, declaraba el Sr. Coco apretando con fuerza el dichoso botón de goma que le daría el pase para formar parte de los unemployed españoles. “Los niños de hoy en día dan más miedo que nosotros en nuestros comienzos”, contaba El Hombre del Saco mientras zurcía su saco, ya que el pobre no puede permitirse comprar otro.
Es cierto que hoy en día los niños no tienen los mismos miedos que nosotros pudimos tener con su edad. Que el temido Coco viniera a buscarte si no te dormías pronto o quedarte sin ver la tele como castigo ya no tiene importancia. Ahora es peor que les quiten el móvil y todo lo que eso conlleva: Whatsapp, Instagram, Twitter, Line, Snapchat, Facebook, Pinterest, Motherfucker, Richiprichi, McTetis... y todos los nombres que se os ocurran porque tienen cuenta en todas las redes sociales habidas y por haber con menos de 15 años. Sus mayores miedos son quedarse embarazada, que tengan que pasar un día sin móvil, que su mejor amiga/o no lo/la etiquete en una foto o enterarse que han creado una nueva APP y ser el último en instalarla en su Smartphone de última generación.
¿Dónde se quedó la Liebre? Se la han comido con arroz. ¿O el escondite? ¡Ah no! Ya no se lleva eso de esconderse para nada. Ahora mola que te vean y cuanto más mejor; que te vean fumando o bebiéndotelo todo, que te vean el culo, y es que con esos pantalones/bragas no me extraña que miren, lo raro sería lo contrario.
Ya solo juegan con las manos, y no me refiero precisamente a las palmas palmitas, sino al sobeteo de toda la vida o al Candy Crush. Qué degeneraos’.
Pero, ¿quién tiene la culpa de esta perversión prematura? Eso es otro debate a parte, que somos muchos los implicados.
El caso es que nuestros pequeños se desmelenan muy pronto. Podría seguir contando más cambios evolutivos, o más bien “degenerativos”, de nuestros queridos infantes pero no lo voy a hacer porque me extendería mucho jeje. Simplemente hagamos algo para pararlo. No sé. Saltemos todos a la comba y esperemos que a ninguno se le ocurra atar a nadie con la soga al cabecero de una cama para hacer Dios sabe qué …

lunes, 3 de agosto de 2015

Tutor del daño ajeno

Errar, acción que algunos tienen como don y cometen muy a menudo. Puede tener consecuencias tan desafortunadas como que no vuelvan a querer hacerte cosquillas en la espalda y eso es muy jodido.
Errores, falsedades. Cuando los cometes tienes el consuelo del perdón pero si no se pide muy a largo plazo. Un perdón a tiempo dicen que honra... Si tardas más de la cuenta en pedirlo puede ser una putada, porque ya no hay perdón que valga, ni polvo que lo arregle, ni bizcocho que endulce ningún paladar amargo. ¡La cagaste!
Luego tenemos la oración simple El tiempo lo cura todo, donde El tiempo es el sujeto que realiza la acción de poner tiritas a todo el que lo necesite, siendo este un sintagma nominal por tener como núcleo a tiempo, sustantivo “relativo”, ya que el tiempo es algo relativo ¿no? Tiempo para pensar; tiempo para olvidar; tiempo para reflexionar; tiempo para disfrutar de la soltería, decían algunos; tiempo para todo, pero, ¿cuánto tiempo dura el tiempo? Después de mucho tiempo para todo, me quedo con el de disfrutar al lado de los míos y de los que me quieren que dura toda la vida.
"Vida no hay mucha, tiempo nos sobra, ¿dónde guardarlo?, ¿cuándo gastarlo?", dice Vetusta Morla.
“Errantes que yerran”
Mirar a los ojos a esa persona y saber que, aunque le has hecho daño alguna vez, ha preferido perdonarte, mirar hacia otro lado y darte otra oportunidad. ¿Por qué no me di cuenta antes? En ese momento te quieres morir. Tu corazón palpita como una patata frita y le dirías al mismísimo Luis Moya “¡Trata de arrancármelo, por Dios!”.
¿Por qué no me di cuenta antes?
Es inevitable hacerte chichones contra los muros de la vida y hacérselos a otros, pero no todos son "errantes". Solo lo son los que se arrepienten y piden perdón, los que no lo hacen son gilipollas egoístas, parásitos de la sociedad, creadores de falacias (y yo conozco a alguno/a) que jamás van a ver más allá de sus narices porque no pueden. El don del que hablaba antes lo tienen ellos. ¿O acaso el que es gilipollas sabe que lo es?

Seamos “errantes” y erremos con conocimiento, porque las consecuencias pueden ser tan feas que nunca más quieran hacernos cosquillitas en la espalda…

viernes, 1 de mayo de 2015

Más plastilina que se come...

Y volvemos a Maguilla con fondant y todos sus dulces encantos.

El pasado 31 de marzo disfrutamos por segunda vez con los más peques de nuestro pueblo.
Ambientado en la Pascua realizamos otro taller de decoración de galletas con fondant que volvió a ser un éxito. Y es que estos niños tienen una gran imaginación e hicieron un buen trabajo con sus manitas y la plastilina comestible.

Todos nos fuimos a casa un poquito más felices, hasta el pobre Javier, que en un primer momento decidió ponerse a pintar por miedo a que le hiciéramos comer fondant, terminó siendo el mismísimo "Picasso de las galletas".

De nuevo agradecer al Ayuntamiento de Maguilla su apoyo y confianza.

Esperamos poder hacer muchos más y seguir dibujando sonrisas.


*Con motivo de la Ley de protección jurídica del menor no se mostrarán los rostros de los participantes menores sin autorización.


























domingo, 26 de abril de 2015

Durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras.



No os engañéis Princesa. 
No hay príncipes perfectos 
a pesar de las apariencias. 
Pero un Dragón vendrá, 
al que tenemeréis sin consuelo, 
pero no debéis hacerlo, 
pues no es igual 
que aquel Príncipe perfecto 
que os prometía el cielo, 
sino un Dragón 
que tendrá su corazón 
igual de grande que su cuerpo, 
que os cuidará sin prometeos 
ni el más mínimo rayo de luz, 
pues será su luz 
la que os deslumbrará 
nada más él veros.
Porque las promesas
se las lleva el viento,
pero los sentimientos
se agarran como raíces 
en los adentros...


María Silva.

lunes, 12 de enero de 2015

Media naranja, una entera y otra exprimida hablan de amor...

Erase un día cualquiera, a cualquier hora, media naranja, una naranja entera y otra exprimida. Las tres tienen mucho en común. Son amigas, nacieron del mismo árbol pero sus destinos eran muy diferentes. Un día cualquiera, a una hora cualquiera, decidieron reunirse para hablar de amor.

Un escenario cálido, la cocina de una de ellas. Café americano encima de la mesa y un platito repleto de pastas de mantequilla recién horneadas por la más llorona de las tres...

Better Half: A veces creemos que no necesitamos a nadie, y puede ser verdad, pero según pasan los años nos damos cuenta de que también puede ser mentira. Cada una es un mundo, ¿verdad?

Whole Orange: Pero y ¿qué es necesitar? Hay muchos tipos de necesidades. Yo jamás he necesitado a nadie y a estas alturas no creo que la necesite jamás. 

Squeezed Orange: Pues yo no quiero necesitar a nadie nunca. El mundo es malo, y los seres que habitan en él son hijos de ese mundo. Te exprimen hasta que ya no pueden sacarte más y luego te tiran a la basura. Te dejan en la misma cáscara y te vas pudriendo poco a poco. Eso si no te comen unas gallinas devoradoras que luchan por romperte en pedacitos con sus picos y sus patas.

Whole Orange: A mi jamás me pasará eso. Yo vivo mi vida sin dar explicaciones. Jamás las daré. No tengo por qué darlas. Tener a una persona al lado es una carga. Tener hijos es una carga. Trabajar para mantener a otros es una carga. Depender de los gustos del resto es una carga. Y odio las cargas. 

Squeezed Orange: Yo lo hacía encantada. Encontré a la media naranja más bonita que podía existir. Le di todo y se lo quedó. Sí. Se quedó con mi alma, con mi corazón, con mi cariño, pero no conmigo. Me dejó en el olvido y me sustituyó por otra. Sin más. ¿Pero por qué? Era preciosa. Bellísima. Nunca encontraré a otra tan bella.

Better Half: No Squeezed. Quizá no era para ti. No desesperes. Y Whole, según te haces mayor necesitarás más. No digas que jamás necesitarás a alguien a tu lado, porque caerás en el engaño.

Squeezed Orange: Jamás encontraré a nadie igual. Era lo mejor que me había pasado nunca. Pero yo no era lo suficientemente buena para ella. Ella era bella, tenía carácter, sabía lo que quería. Me encantaba compartir mi vida con ella.

Whole Orange: ¿Y tú? ¿Sabes lo que quieres? Yo te voy a decir lo que quieres. Quieres arrastrarte toda la vida. Te gusta que te expriman. Aquella que te dejó sí sabe lo que quiere. Jugó con su vida y con la tuya y solo se da importancia a sí misma, como debe ser. El resto te debe dar igual o morirás dando y dando y dando. Hay que ser dura, egoísta o te convierten en jugo.

Squeezed Orange: ¡Pero yo le di lo más valioso que tenía! Mi amor, mi cariño, mi todo. Me entregué por completo porque la amaba. Pero tienes razón Whole. Yo no era lo que ella necesitaba, no estaba a su altura.

Better Half: Eso es cierto Squeezed. No eras lo que ella necesitaba, ni ella lo que tú necesitas. Mírate. Tienes que cuidarte más. Nunca pierdas la sonrisa porque no sabes quien puede enamorarse de ella, ni cuando. El amor es un vaivén. Un baile. A veces manda uno y otras veces otro. Pasaremos por bailes que no nos gustarán, pero llegará el que nos haga sentir principesas y princesos y entonces nos habrá llegado el momento de amar sin condiciones. A  mi también me encanta compartir mi vida con esa media naranja. Esa es la seña de humildad y bondad que el amor nos da cuando estamos enamorados.

Squeezed Orange: Better, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Por qué sigues creyendo en el amor? Si también te ha hecho sufrir como a mí.

Better Half: Sí, me ha hecho sufrir mucho, pero también me ha hecho aprender. Aprender a amar de otra forma. No ser la tonta que le entrega su amor a cualquiera. Me ha enseñado a buscar. A buscar a la media naranja que me complemente de verdad y que sepa apreciar lo que le entrego. Porque lo más valioso no se le puede entregar a cualquiera Squeezed, aprende esa lección, porque el mundo está lleno de medias naranjas pero no cualquiera es digna de recibir nuestro amor. Yo sigo dando lo mismo que daba. Tuve miedo, no te lo voy a negar, miedo a que me exprimiesen y ya nunca volviese a creer en él como lo hacía antes.

Squeezed Orange: ¿En el amor?

Better Half: Sí. En ese amor que te hace perder el sueño. Ese amor bonito...

Whole Orange: ¡Ja ja ja! El amor bonito no existe. ¿Qué es el amor sino sufrir y tener que compartir todo lo que tienes con otra parte que seguro jamás lo valorará? Hay que andar prevenidas. Hay que adelantarse a ese sufrimiento y pasarlo de puntillas. Y casi sin rozarle sin me apuras.

Better Half: ¡No Whole! El amor bonito sí existe. Yo sufrí mucho por amor. Todas hemos sufrido alguna vez por amor. Pero pensar en esas parejas que duran toda la vida me apasiona. Me despierta un áurea especial en la mente que hace que no me rinda y siga esperando. Existen muchas medias naranjas en el mundo, y más de una serían perfectas para nosotras. Es difícil encontrarlas a la primera, pero se encuentran Whole. Sólo hay que saber observar, oler, y sentir. 

Squeezed Orange: Yo he conocido ya a muchas. Creo que ninguna era la mía. Estoy empezando a ver el vaso medio lleno Better, pero ¿cuánto hay que esperar? Tengo treinta y dos años y el tiempo cada vez pasa más rápido. Y la verdad es que me encanta enamorarme. Pero la próxima vez que sea de alguien que me corresponda, que también estoy harta de que me quiten hasta la pegatina de calidad.

Whole Orange: Tendrás que esperar y esperar hasta que te canses y cambies de opinión. Yo tuve una media naranja muchos años. ¡Sí! ¡Yo! Pero no funcionó. Nos amábamos, o eso creía, pero no era suficiente. El egoísmo nos llevó a sacarnos hasta las tripas para ser felices. Pronto entendí que estaría mejor sola y me marché. Mi vida dejó de tener sentido. Mi rutina cambió por completo. No era capaz de adaptarme a mi nuevo mundo, y aún sigo sin hacerlo. Todo lo que implique mostrar amor me aterra. ¿Y si me vuelve a pasar? No quiero tener que experimentar lo mismo de nuevo. Al principio todo es muy bonito. Parece que va a ser así toda la vida pero ¡no!, no lo es, todo es mentira. Ya lo dice la canción, "no te enamores que el amor no es bueno, entra despacito pero es traicionero"

Squeezed Orange: ¡Vaya! Parece que no soy la única que llora por amor. ¿Pero tú también has tenido historia Whole? Pensaba que eras una mojigata escrupulosa.

Better Half: ¡No seas cruel Squeezed! La etapa por la que pasa Whole también la pasé yo. Odiaba a las medias naranjas. Odiaba todas las películas de amor. Odiaba a las parejas. Todas me parecían que vivían una mentira. Ninguna llegaría a ninguna parte. Para mí el amor murió pero resucitó cuando conocí mundo y ahora late con más fuerza que antes. Intenté no encerrarme en esa idea clasista y violenta. Me costó mucho sí, pero lo conseguí, como muchas otras naranjas. Parecía que mi mundo se apagaba por completo y que nada ya tendría sentido.

Squeezed Orange: Es increíble Better...Yo quiero sentir eso que tú sientes a pesar de haber sufrido tanto.

Better Half: Tú y muchas como tú lo conseguiréis. Porque en este mundo hay hueco para el amor siempre, aún precedido por la crueldad que conlleva. Si no, la que ahora mismo escribe estas líneas no tendría historias que contar. Tampoco sabría explicar un desamor y el recuperar el sentido del querer poco a poco, del sentir mariposas en su estómago, de volver a creer en él...

Whole Orange: Una oportunidad. Me daré una oportunidad más. Lo intentaré. Lo prometo.

Las tres naranjas siguieron sentadas a la mesa terminando de tomar el café y las pastas tan ricas que Squeezed preparó en un arrebato de rabia y desamor. Consiguieron sincerarse, reflexionar y darse otra oportunidad. 






Porque "la vida sin amor es el pozo de un cementerio" (Shotta)

Démonos otra oportunidad todos los que alguna vez hemos dejado de creer en él.


jueves, 8 de enero de 2015

33, un gran número.

En el año 33 se conmemoró El consulado de Galba y Sila. También es el año en que Jesús de Nazaret muere y resucita. Este año puede ser escrito con una sola palabra, treintaitrés. 33 es el código telefónico de Francia. En Romano, 33 se escribe XXXIII. Pero la dicha de este número para nosotras ha sido otro.

33 fueron los participantes del Primer Taller Infantil de decoración de galletas con fondant que se hizo en Maguilla. Niños y niñas, residentes y no residentes, quisieron formar parte de esta nueva ilusión que espero se haga más veces.

Aprendimos mucho tanto ellos como nosotras y nos lo pasamos en grande.

Quiero agradecer a mi prima Cristina y a mi hermana Anabel que apoyen mis locuras cuando ni ellas están preparadas, y agradecerles que crean en mí más de lo que yo lo hago. También a Carmen por unirse a nuestro arrebato infantil y pasárselo pipa.

Agradecer a los panaderos de Maguilla su atención, porque nos tuvieron entre algodones toda la mañana del 23 de diciembre; a mi prima Raquel su vuelco para con nosotras, porque se involucra como una más: y, como no, a Gema, la Coordinadora de Actividades Socioculturales, que desde el principio nos apoyó e hizo que germinase la idea.

Espero poder seguir haciendo locuras de este tipo a vuestro lado durate muchos años.




Gracias.